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lunes, 14 de octubre de 2013

Lourdes Flores Nano.
“Estoy segura de que no voy a postular absolutamente a nada el 2014 y el 2016”
Lunes, 14 de octubre de 2013 | 7:28 am

En otro momento. Lourdes Flores confiesa que le gustaría postular el 2016, pero considera que no hay condiciones.

La lideresa del Partido Popular Cristiano hace precisiones sobre su futuro inmediato de cara a las elecciones presidenciales.

Rosa María Palacios.

Raúl Castro la acaba de lanzar, con un año de anticipación, a la Alcaldía de Lima. ¿Es de su interés esta postulación?

Ciertamente, no es de mi interés. Yo ratifico una y mil veces más lo que ya vengo diciendo. El 2014 y el 2016 paso y miro desde el balcón y acompaño, sin duda, al candidato de mi partido. El PPC tendrá un candidato, que no le quepa la menor duda, lo acompañaré, pero ese candidato no seré yo, ni a la Alcaldía ni a la Presidencia.

Sin embargo, ¿no está el panorama como para reconsiderar?

Seguramente, pero yo lo veo para un candidato del PPC, que puede ser una magnífica alternativa y yo creo que tenemos entre los alcaldes, regidores y dirigentes más de una figura que puede dar la sorpresa.

¿Está usted tratando de emular a Bedoya, que un buen día dijo ya no más? Luego de las campañas en los 80, él le dejó la tarea a usted. El problema es que usted no ha nombrado sucesor.

(Risas) No, yo diría que en mi caso lo que hay es un espacio de tiempo. Con sinceridad digo que sí me gustaría intentarlo una vez más, si es que están dadas las circunstancias, pero he visto claramente que eso no es el 2016. Entonces, lo que me estoy dando es un aire que me da mucha libertad para hablar sobre los problemas nacionales con tranquilidad, para decir al interior del partido lo que pienso. Ayer y hoy he estado en dos actividades partidarias, conversando con gente del partido. Una muy interesante con profesionales jóvenes que se integran a la política y hoy con Marisol Pérez Tello en una reunión con dirigentes de base y con nuestros candidatos a regidores en los próximos días en Lima. De modo que estoy muy cerca del partido, pero estoy dándome un aire. En ningún caso hablo de una retirada, pero sí de un espacio de tiempo muy necesario que me hace saltar las dos próximas elecciones de todas maneras, lo repito por enésima vez.

Lo del 2014 puede interesarle poco, se entiende. Pero, vamos, ¿las elecciones del 2016? Los posibles rivales se están matando solos hoy día en las portadas de los periódicos. Usted no tiene Ecoteva, no tiene BTR, ni narcoindultos, ni mucho menos tiene al papá ex presidente preso. ¿No es su oportunidad?

También he dicho con toda claridad que si yo tuviera una intención presidencial el 2016 estaría haciendo lo que hice para las elecciones del 2006. O sea, estaría recorriendo el país intensamente. Yo sigo con mucha atención los problemas nacionales, pero no estoy haciendo lo que yo creo que un candidato presidencial estaría haciendo hoy día. Se requiere menos agresividad y más conocimiento de la realidad nacional, y no lo estoy haciendo porque esa tarea la tiene que emprender alguien de mi partido. Es decir, el partido tiene que tener otra cara que nos represente.

Entonces, lance nombres usted también. ¿Quién podría ser candidato a la alcaldía de Lima por su partido?

Yo diría que cualquiera de nuestros regidores actualmente en función puede ser una buena opción y Pablo Secada es un hombre que a mí me parece interesante e innovador.

¿Y el 2016 quién sería la carta del PPC?

Yo creo que hay figuras. Para empezar el propio Raúl Castro, que es el presidente del partido, y los parlamentarios, Alberto Beingolea, Juan Carlos Eguren, son cartas posibles. La propia Marisol Pérez Tello es una figura joven valiosa.

¿No son muy calichines?

No lo creo. El partido tiene que mostrarse en esta contienda próxima. En la municipal yo apostaría claramente por seguir la línea de lo que hemos hecho en la Municipalidad de Lima. Tenemos un excelente equipo de regidores. Yo los lanzaría a todos a la reelección, y ahí pondría a la cabeza una figura que siga representando para el partido una nueva generación. Cualquiera de estos regidores son buenos y cualquiera de nuestros alcaldes es bueno. Entonces, tú tienes ahí una muestra de un partido que se renueva y que enfrenta de esa manera probablemente a figuras que ya tuvieron la oportunidad...

¿Pablo Secada contra Luis Castañeda Lossio? ¿No es llevar a Pablo Secada al matadero?

No. Esa fórmula podría ser la posibilidad de decirle a la ciudadanía: el PPC te ofrece un profesional joven con una enorme experiencia en el sector privado, con un conocimiento actualizadísimo, que está en capacidad de discutir con un hacedor de obras sobre muchas de las consecuencias de cosas que no hizo. O sea, si fuera el caso, no hay que adelantar ninguna candidatura, pero si fuera el caso, yo creo que Pablo sería un candidato de polendas porque sería capaz de polemizar y estoy segura que al mudo lo va hacer hablar.

¿Y Marisol Pérez Tello peleando con Alan García? ¿Usted es mala?

En el caso de los candidatos presidenciales no tengo la menor duda que quien obviamente tiene la primera posibilidad es nuestro presidente. Raúl Castro es una figura que está creciendo nacionalmente.

Creo que usted le está devolviendo la pelota ¿no?

No. Le estoy dando el lugar que se merece. O sea, él nos lidera hoy día. Vamos a tener elecciones internas el 2015 y si el partido eligiera un nuevo líder esa figura tiene todas las posibilidades. No te olvides que Raúl ganó una elección en medio de una contienda interna, por eso lo menciono y, evidentemente, por el rol que cumple, pero no descarto que entre los parlamentarios alguno pueda tomar el liderazgo del partido y el partido encomendarle esa responsabilidad. Ahora, yo siempre dejo abierta –aunque en el partido me critican por eso– la posibilidad de que con inteligencia podamos sumar esfuerzos con otras fuerzas, y lo digo porque yo creo en esa tesis como una alternativa. Pero, desde luego, si tú hicieras una encuesta en el partido hoy día, abrumadoramente el partido votaría por llevar candidato propio y tendríamos que encontrarlo entre quienes son esas figuras.

Tres años después, ¿fue una buena experiencia de unirse a PPK?

Fue muy positiva. PPK fue un excelente candidato, quedó tercero, hizo una magnífica contienda, cautivó a la juventud y tuvo un discurso muy atractivo para nuestro electorado. Yo sólo le hago una crítica muy sincera y muy fraternal. Creo que a estas alturas una persona que sabe que no va a conducir un partido por siempre comete un error al dividir el electorado pretendiendo una organización propia simplemente para tener una organización que le dé la plataforma. Yo se lo critico fraternalmente. Pero es una carta importante y de peso.

¿Podría ir con el PPC nuevamente?

Te repito que si tú hicieras una encuesta hoy día en el partido –y mi deber es interpretar lo que el partido siente– abrumadoramente votaría por llevar un candidato propio y jugar con nuestras cartas a morir. Si tú me preguntaras a mí, yo siempre soy de la idea de que el partido no debe descartar sumar entre afines porque dividir nuestro sector nos ha hecho daño y en esa opción PPK es una carta posible, es una figura que tiene éxito en nuestro sector, ha continuado su tarea presidencial y eso vale. Y además fue una figura con la que tuvimos una relación muy grata.

¿Se vería en una alianza con el fujimorismo o con el aprismo?

Con el fujimorismo, claramente no. Y no porque no tengamos coincidencias. Por ejemplo, vamos a votar juntos en estos días por la censura de la ministra de Relaciones Exteriores. Hoy se lo decía a la congresista Pérez Tello. La ministra de Relaciones Exteriores tiene que ir a su casa. Esa falta no se debe pasar porque el Parlamento no está pintado en la pared. En consecuencia, vamos a coincidir, y como en eso hemos coincidido en muchas cosas con el fujimorismo. Pero yo creo que hay una cosa que es más importante. El 2016 tenemos que salir del ciclo de la antipolítica, y decir antipolítica es rechazar el mensaje fujimorista. Yo creo que el PPC se tiene que poner claramente en defensa de una política institucional y que en eso tenemos que ser ciudadanos sin miedo. ¿Qué es lo que hoy estamos viviendo? Estamos viviendo la improvisación en la política, la carencia de una política en serio, el individualismo exacerbado, las uniones temporales. Eso tiene que acabar algún día. Y todo eso comenzó en 1990 y el responsable se llama Alberto Fujimori. Eso fue muy malo para el país. El fujimorismo tiene que reconocer el enorme daño que le hizo al Perú desinstitucionalizándolo. A mí me hace gracia que, aunque vamos a coincidir con el fujimorismo, hoy día este le reclame a la ministra por el viaje del Presidente Humala, cuando Alberto Fujimori renunció por fax, pero en fin, son las contradicciones en las que se encuentran.

¿Y con el Apra?

Ahí el tema es mucho más complicado. Me he permitido en algún momento hacer una reflexión que alcanza al Apra y a otros partidos. Entre las alternativas que podrían pensarse para una confluencia de quienes creamos que podemos ofrecerle al país una opción institucional en política, esa está ahí. Pero sería un pacto extraño, no necesariamente comprendido por todos. Pero insisto, si fuera en una comisión del partido en la que planteara estos temas seguramente me chiflarían. El partido cree hoy que hay que ir solos a morir. Y si esa fuera finalmente la decisión partidaria habría que respaldarla.

Esta puede ser posiblemente la última elección a la que se presente Alan García. ¿No le gustaría una segunda vuelta con él para la revancha?

(Risas) Yo creo que Alan García es sin duda una figura con la que yo he compartido mi ciclo de vida política, aunque él es un poquito mayor. Hay varias cosas que nosotros podríamos hacer con el aprismo. Primero, disputar una elección palmo a palmo y sería una elección interesante. Finalmente, una disputa entre el PPC y el Apra siempre es una disputa institucional y valiosa. Pero hay una segunda cosa que podríamos hacer y eso es converger, en cuyo caso sería ofrecerle al país un pacto institucional muy novedoso, seguramente muy criticado pero muy interesante. Ese esfuerzo se puede hacer, y yo creo que sería recuperar y enmendar lo que no hicimos a partir de la Constitución del 1979 en donde si existió un pacto. Puestos en realidad, con la mano en el corazón, en la década del 80 lo hicimos muy mal, y como lo hicimos muy mal se cayó la institucionalidad. Los partidos que tenemos responsabilidad, PPC, Apra y Acción Popular, deberíamos ser capaces de decirle al país que lo que ha venido con Fujimori es peor. No nos digan que la experiencia de la desinstitucionalización es buena y dennos la oportunidad de reconstruir con otra generación. Porque los que tienen que ser artífices de este proyecto son los que hoy tienen 40 años. Son los Pérez Tello, Beingolea, son todos nuestros regidores, son los Barreda y los jóvenes del Apra. Eso sería una cosa muy interesante. Y finalmente podemos ser dos actores políticos que compartamos una defensa democrática. Es decir, la relación no es una relación personal, con Alan García. Pero ¿si tuviera que bailar una marinera en algún momento? ¡Cómo no, claro que sí! (risas)

¿Ya le perdonó lo de “la candidata de los ricos”?

Bueno, es que ya si él no se lo atribuye a sí mismo es ciego.

El público está viendo hoy una enorme agresividad entre los posibles contendores al 2016.

Alejandro Toledo, Alan García y hasta el mismo Alberto Fujimori tienen un protagonismo que es inusual en la política peruana

Y que no es bueno. Yo les decía el otro día a unos estudiantes universitarios que por primera vez en nuestra historia tenemos varios ex presidentes vivos. Nunca habíamos tenido tantos.

No teníamos ese referente. En la esfera del ex Presidente –como lo tienen los colombianos y algunos otros países– este se convierte en una figura moral que, desde atrás, mira la política con enorme serenidad. A mí me da la impresión de que Alan García quiso jugar ese rol y que guardó mucho silencio durante los primeros años. Creo que más bien ahí la agresividad empezó de parte del mismo gobierno, eso me parece que es objetivo. Alejandro Toledo quedó un poco dolido después de la derrota, quiso ser un aliado y también le ha venido un ataque. El caso del fujimorismo es distinto porque tiene su propio problema. Entonces, es una lástima que la juventud, que vive por primera vez la democracia, lo que vea son ex presidentes más activos que los calichines de la política, cuando lo que uno esperaría de ellos es serenidad. Por eso yo soy partidaria de la no reelección absoluta porque eso construiría presidentes que gobiernen una sola vez en la vida y que pasen después a la historia con un legado. Pero no, tú tienes acá presidentes con una hiperactividad política y con una agresividad inusual.

Usted dice que hay un ataque pero lo que hay es investigaciones válidas contra estas personas …

Esas se pueden realizar y creo que así como todo el mundo está sujeto a investigación, creo que también es válido que alguien que sienta que hay hechos que no son correctos vaya al Poder Judicial. Yo en eso respaldo la decisión del juez en el caso de Alan García, e incluso he escrito un artículo sobre el particular. Creo en el control constitucional, pero mirando un poco más el panorama político, el Perú político no puede seguir alentando la antipolítica. Porque todo esto ¿qué trae como consecuencia? Que la gente diga “fuera la política”. Yo creo que nosotros para el 2016 tendríamos que convencer a la gente de que este sistema es una desgracia y que tiene que ser sustituido por una cosa más institucional. Todos tenemos que contribuir en ese sentido.

El sistema está diseñado para ser inmodificable. Ningún Congreso quiere cambiarlo por su propia conveniencia.

Ahí yo ya pienso ya como partido. El que alguien que ha sido dos veces candidata y que podría jugar un rol y que seguramente gracias al cariño de la gente tenga un cierto rol protagónico diga “no, el partido tiene que tener otro rostro y tiene que haber una competencia interna” es una señal de que yo creo en una política institucional no personalista. Por eso admiro a Bedoya. Y tú dices que él muy generosamente me dio una oportunidad y se lo agradezco pero en el fondo, si él decidió en un momento retirarse fue para que tuviéramos un cambio generacional. Por eso hoy tenemos que hacer un esfuerzo sincero de volver a seleccionar los mejores cuadros. Esa tarea, gracias a Dios, la está haciendo el Presidente del partido. Yo misma he asistido a Puno, Mario Castillo está hoy en Cusco, es decir, estamos en ese trabajo porque hay que buscar la mejor gente para traerla a la política. Ayer tuvimos una reunión con doce jóvenes profesionales que todos quieren meterse a la política. Si queremos ganar las elecciones, como creo que el PPC lo quiere hacer, tenemos que ofrecer en el 2016 una selección de cuadros de primer nivel.

El PPC no parece un partido de puertas abiertas. ¿Cualquiera puede inscribirse?

Absolutamente, y no solo eso. Si tú analizas a las 50 personas que hoy día están en los puestos públicos más importantes, ¿cuando ingresaron? Javier Bedoya, Raúl Castro y yo somos los viejos con ya 30 años de vida política. Pero tú tienes en los demás a gente que ha comenzado en la vida política hace 10 años o hace 5 años, lo cual te revela que el partido no solo promueve sino que da oportunidad relativamente en corto plazo.

¿Como quiénes?

Alberto Beingolea se inscribió en el partido el 2001 y hoy es un prominente congresista. Marisol es una joven formada en el PPC, que regresó y su carrera política ha dado un salto inmenso. Tú tienes a Lucho Galarreta, que es una persona que se ha inscrito en el partido hace poco tiempo y mira dónde está. Entonces, tú tienes gente que se proyecta muy rápidamente, Pablo Secada, estamos conversando sobre él, es una figura que se ha inscrito recientemente en el partido. O sea, el partido está ávido, y yo creo que esa tarea tiene que ser muy agresiva para que el 2014 y el 2016 nosotros digamos esta es la mejor gente y esa mejor gente quiere estar en la política. Eso, si queremos que la gente vuelva a confiar en la política, porque hoy día hay una horrorosa crisis de confianza.

¿Está segura que no va a postular a nada?

Absolutamente, pero me verán muy activa y en campaña con todo entusiasmo, con mi polo verde. Pero si quiere más, afirmo enfáticamente que no voy a postular a nada absolutamente.

¿Ni aunque la cambien las circunstancias?

He llegado a decir que ni aunque estuviera primera en las encuestas y con unanimidad nacional. ¿Y por qué?, porque yo creo, dentro de mi forma de pensar, que si quisiera ser candidata presidencial en este momento no debería estar sentada acá. Debería estar recorriendo algún pueblo del Perú como lo hice entre los años 2001 y 2006. Si esa oportunidad se vuelve a dar así me verán trabajar, con esa intensidad. Pero eso sí, me van a ver muy activa con mi partido impulsando a los líderes que podamos poner. Estoy trabajando en ese esfuerzo de captar profesionales jóvenes que quisieran ingresar a la política porque quisiera ver a los mejores. En este tiempo de desconfianza en la política yo creo que el PPC tiene que crecer y ojalá la mejor gente vea que el Partido Popular Cristiano es una buena casa. 

“LA LLAMADA UNIÓN CIVIL ES UN MATRIMONIO DE SEGUNDA CATEGORÍA”

–Algunas de sus declaraciones sobre la unión civil homosexual no se han interpretado bien. Parece que tuviera una negativa absoluta. ¿Es verdad?

–En primer lugar, me parece muy bien que Carlos Bruce haya puesto el tema en el debate. Lo que pasa es que no estoy 100% de acuerdo con él, pero me parece bien y creo que lo ha hecho con solvencia, o sea, me parece que el hombre ha planteado el tema con mente abierta y por lo tanto creo que la respuesta tiene que ser de mente abierta. Yo digo, él ha planteado problemas que necesitan solución. Tiene razón cuando una pareja del mismo sexo convive y no puede tener el problema de la herencia o de seguro social resuelto. Ahora, yo digo, eso no solamente es para ellos. También puede ocurrir que haya una persona que conviva con una tía mayor, que no es pareja sino que la cuida y que tiene un problema de herencia y que quisiera tener una protección patrimonial. En otras palabras, la tesis de Carlos Bruce lo que nos permite ver es que hay un problema en nuestra legislación con ciertas instituciones, una de ellas se llama la legítima de la herencia. Este es un sistema cerrado por el cual una persona tiene obligatoriamente que dejar 2/3 de sus bienes a los familiares que la ley ordena y solo puede disponer de 1/3 libremente. Lo que yo digo es, aprovechemos el debate planteado por Bruce para resolver el problema de la legítima. Yo soy partidaria de que dos personas que convivan puedan mediante un pacto heredarse. Como creo que también, yo que soy soltera y si tuviera hermanos podría tener el derecho de dejarle a mi tía mi herencia. Aprovechemos el debate Bruce para tocar el tema de la legítima y resolverlo. Asimismo, me parece justo que dos personas que convivan puedan tener seguro social y que haya sobre esto un pacto. Yo llamaría a esta norma “Ley que regula los convenios patrimoniales y otras materias”, haciendo su cobertura más amplia, aún sin siquiera restringirla solo a la convivencia de dos personas del mismo sexo porque puede haber otras circunstancias que permitan usar esta legislación. Lo que no me gusta es crear una institución pseudomatrimonial. Creo que no hay que crear un matrimonio de segunda categoría, porque en el fondo la llamada unión civil es un matrimonio de segunda categoría con un divorcio absurdo.

–Para que quede clara su posición. ¿Cree que la elegida no es la mejor institución, pero sí cree que personas del mismo sexo puedan tener derecho a heredar, compartir el seguro social, encargar disposiciones de muerte y sepelio, etc.?

–Por supuesto. Pero regularía la posibilidad de que haya convenios sobre el asunto, porque tampoco la ley los tiene por qué imponer. En eso me distingo del proyecto, y en eso marco distancia. Yo digo, el congresista Bruce ha planteado unos problemas que deben ser resueltos con inteligencia, por lo demás, por ejemplo, en materia hereditaria es una magnífica oportunidad de discutir si el sistema hereditario que tenemos es bueno. Yo lo cambiaría. En muy pocos países del mundo hay legítima. En los países anglosajones tú le dejas tu herencia a quien tú quieras. Entonces, discutamos esos temas. Eso entonces vale para el conviviente, para tu tía, para tu hermano. Yo creo que hay que abrir ese debate y si ese debate se abre entonces resolveremos el problema. En otras palabras, me parece que lo inteligente es resolver los problemas pero sí soy contraria de crear una institución que la siento forzada.

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