Muñeco Bravo’ Secada, por Sostiene Menéndez
En la sección satírica El Tábano, Sostiene Menéndez comenta la desnuda transparencia de un candidato que no fue
Desde aquella imagen –que nos proporcionara vía Twitter– en la que lo veíamos precandidateando sin polo, presuntamente en su cama, supe ver la estrategia de campaña de Pablo Secada: apelar a la comprensión del elector a través de la total y desnuda transparencia. Buena como sonaba la idea, empezó poco a poco a jugar contra él.
Fue quizá por ese afán de llevar una campaña realmente honesta que no se contentó con una genérica disculpa por las denuncias de maltrato que tiene en su haber, sino que resolvió optar por hacernos partícipes de los resultados de la profundísima exploración de la psique pendenciera de su esposa. “Claudia y yo discutimos. Fuerte a veces –confesó–. Es muñeca brava”.
Ha sido, sin embargo, el último altercado con otra fémina, esta vez policía, lo que confirmó que los esforzados intentos de Secada por comunicarse con quienes no tenemos una maestría en la Universidad de Chicago inevitablemente fracasan. Él –que solo buscaba explicarle a la implicada que decirle “babosa” y “yo pago tu sueldo, oe, chistosa” era parte de su derecho como ciudadano y máxima expresión de la equidad de género, a pesar de las nobles intenciones– ha terminado solo e incomprendido.
Tengo plena confianza en que el ahora ex candidato, y ‘Muñeco Bravo’ de Lima, seguirá luchando, sin importar los vientos moralistas que soplen en la comuna, por mostrarnos siempre su verdadero yo. Le duela a quien le duela.
EL COMERCIO.
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