domingo, 20 de mayo de 2018
Alberto Beingolea: “No voy a poner un sol en mi candidatura a alcalde de Lima”
El excongresista y precandidato a la Municipalidad de Lima
por el PPC conversó con La República sobre sus aspiraciones al sillón
municipal.
PARTIDOR. Beingolea ya aparece en las encuestas. Hasta el momento, ningún aspirante a Lima ha logrado despegar. (Foto:Jorge Cerdán)
Enrique Patriau
El excongresista y precandidato a la Municipalidad de Lima
por el PPC conversó con La República sobre sus aspiraciones al sillón
municipal.
Alberto
Beingolea confirma que desea postular a la Municipalidad de Lima. La
oficialización de su candidatura debe ocurrir hoy en la tarde, en las internas
del Partido Popular Cristiano. Dice que en sus eventuales competidores de los
comicios de octubre se aprecian proyectos improvisados, que han sido "el
desastre de la ciudad".
¿Confirma
que le interesa postular a la alcaldía de Lima?
Sí. Ha
sido un proceso de análisis largo. No ha sido una decisión sencilla. En
diciembre fui electo presidente del PPC, un partido de 50 años con figuras como
Luis Bedoya o Lourdes Flores, en una política como la peruana llena de gente en
la cárcel.
¿Cuándo
decidió que quería ser alcalde?
Hará
año y medio. Me sería muy sencillo seguir haciendo prensa pero soy un
convencido de que tenemos que trabajar por los que vienen. Es indispensable que
se presente una opción fresca, renovada, distinta, con ilusión, que nos haga
ver la política no es esta cochinada de todos los días.
¿Cree
ser alguien fresco que representa renovación?
No yo.
Un grupo de gente que trabaja conmigo.
¿Y
por qué postular Lima y no al Congreso de nuevo?
Yo
decidí no postular de nuevo al Congreso y tenía que pensar en nuevos pasos para
servir a la colectividad. Y en estas elecciones se necesitan opciones
distintas. Siempre nos debatimos entre los políticos de siempre…
Usted
ya fue congresista.
Pero no
soy un político de siempre. Que haya tenido una experiencia congresal no me
hace un político de siempre. Lo que se ve son proyectos improvisados, de
personas que se levantan un día y deciden postular. A ellos sí
correspondería su pregunta: ¿y usted cuándo se animó a ser alcalde?
¿Le
molestó la pregunta?
No, no,
no. Sí me sirve para marcar la diferencia. La improvisación de proyectos es lo
que hace el desastre de Lima. Mis eventuales competidores van a ser señores que
por su dinero o capacidades se sienten tocados por el cielo, alquilan un
partido o lo forman y son candidatos. Eso es dramático.
¿Cuándo
se debe oficializar su candidatura?
El
domingo son las internas. He pedido licencia en el partido y hay otro
presidente en ejercicio (Edison Terán).
¿Va
a competir con alguien más por ser candidato?
Yo
espero hasta el final. Ni siquiera estoy llamando al Tribunal Electoral.
¿Cómo
va a financiar su campaña electoral?
Con
quienes generosamente deseen aportar a ella. Le pido a la población que donde
vea una campaña millonaria no vote por ese candidato. Si ven carteles o paneles
por todos lados, significa que ese candidato está rodeado de dinero y quien
invierte dinero es para recuperarlo. De mi bolsillo no voy a poner un sol, es
una palabra empeñada con mi familia. Y mi partido tampoco tiene plata.
Usted
ya aparece en las encuestas. Lo he visto entre un 4 ó 5% de intención de
voto…
6%, no
me tire para abajo.
Lo
que quiero decir es que no hay mucha diferencia entre los aspirantes.
Eso
tiene que ver con el desaliento de la gente hacia la política. Lo que se ve es
un desinterés general, que se entiende a partir de la decepción permanente. Lo
de Kuczynski ha terminado siendo un cachetadón. ¿En quién confiamos?
¿Confiaba
en Kuczynski?
Confío
en el PPC. Y confío en que la gente haya entendido que las aventuras
individualistas no llevan a nada. Esto de votar por un candidato porque qué
lindo es… está bien que la política sea antropomorfa pero no a ese extremo.
¿Qué
quiere de Lima?
Aunque
suene romántico quiero vivir en una ciudad feliz. Los filósofos griegos
coinciden en que la razón del ser humano es la búsqueda de la felicidad.
Sin
ánimo de competir con los filósofos griegos, ¿qué entiende usted por felicidad?
Es que
ese concepto general lo hemos perdido. ¿Somos una ciudad feliz? Somos una
ciudad absolutamente desconfiada, triste, frustrada. Uno se pelea todos los
días en la calle, ya ni los vecinos se saludan.
Hablemos
de los problemas básicos de la ciudad. ¿Cómo se pueden solucionar?
Para
tener una ciudad feliz hay que solucionar los problemas básicos y los técnicos
saben cómo hacerlo. Si no se resuelven es por los enormes niveles de
corrupción. No me diga que el problema del tráfico no se puede arreglar. Claro
que sí. Hay dinero suficiente. Pero más allá del tema de cemento y de las
soluciones técnicas que ya existen en los planes de gobierno, se trata de crear
un ambiente de vida que ayude a todos. Voy a apostar por el deporte en primer
lugar. Quiero que la ciudad haga deporte en serio.
¿Tiene
algún modelo de ciudad en mente?
Quiero
mirarme en modelos como Barcelona, que aprovechó los juegos olímpicos para
relanzar la ciudad. Tenemos los Panamericanos el año entrante a los cuales el
actual alcalde ha dado la espalda. No existen para él. Salvando distancias,
¿por qué no tomamos el ejemplo de Barcelona?
¿Qué
opina de la gestión de Luis Castañeda?
Mala.
No encuentro una ciudad mejor. Si a usted lo contratan para un trabajo le
exigen resultados. Cómo ciudad, ¿hemos avanzado? No. Estamos completamente
estancados.
¿O
retrocediendo?
Y
retrocediendo. Cada día que pasa los niveles de infelicidad suben, porque la
desnutrición y la tuberculosis suben. Hay un pleito por comprarse hace rato en
Lima: según la ley, la salud y la educación corresponde a los gobiernos
regionales. Y Lima se ha lavado las manos y puesto de costado, lo cual es muy
fácil para el gobierno central que se queda con todo el presupuesto.
¿Pediría
al gobierno que le trasladen los presupuestos para salud y educación?
Al día
siguiente.
Salvo
con Luis Bedoya, ex alcalde de Lima, el PPC no ha tenido la oportunidad de
ocupar grandes cargos. Usted puede romper la mala y larga racha.
Le
agradezco la fe.
No
es un augurio. Es más un comentario. Al PPC le han sido esquivos los grandes
cargos de elección.
Mucho abogado,
¿no? Siempre he dicho dentro del partido que necesitamos menos abogados y más
comunicadores. Aunque le digo con orgullo que la batalla de las ideas la ganó
el PPC.
¿Dónde
se ubica hoy en día el PPC?
¿Dónde
estábamos?
Bien
a la derecha, ¿no? No me va a decir que Raúl Castro Stagnaro es de
centro.
El
pensamiento social cristiano es de centro. Que algunos intérpretes hayan
desafinado no significa que el pensamiento se haya movido. Me siento tan a la
derecha de Arana como a la izquierda de Keiko.
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