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lunes, 18 de octubre de 2010

¿Y? ¿para cuándo?
Dos semanas después de los comicios, no sabemos quién será la próxima alcaldesa de Lima. El conteo de los votos está enmarañado en el proceso de evaluación de actas observadas a cargo de los Jurados Electorales Especiales. Susana Villarán, la candidata que las cifras oficiales sitúan como ganadora, vive días de tensa espera. En este encuentro, protesta por la lentitud del sistema electoral, critica la falta de imparcialidad de algunos políticos y se pronuncia sobre el futuro de su coalición.

Por Ghiovani Hinojosa - La República
Fotos Rocío Orellana


Flores de Bach. Así se llama la sustancia natural que disipa la ansiedad de Susana Villarán, el secreto de su sonrisa ancha y reposada. Cuatro gotas de este preparado cada cuatro horas le permiten afrontar días cargados de una tremenda incertidumbre. Y es que dos semanas después de los comicios capitalinos, la candidata de Fuerza Social aún no sabe si ha ganado el derecho de sentarse en el sillón edilicio. Todos los reportes parciales de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) la dan como triunfadora, pero ella sabe que no puede asumir el riesgo del optimismo tempranero. Debe mostrarse como una lideresa equilibrada, que respeta el conteo de los votos aun cuando este avanza a paso de tortuga; para eso sirven las gotitas de Bach.

Hoy la voluntad de los limeños está en manos de los Jurados Electorales Especiales (JEE), que resuelven a cuentagotas las 8,384 actas observadas. El proceso electoral está sumido en un clima enrarecido. Susana Villarán, a sus 61 años, vive su propio limbo: se despierta muy temprano para leer las últimas cifras de la ONPE, mantiene contacto permanente con sus personeros y recorre distritos populosos para explicar los retrasos. Pero no deja que la angustia le borre la sonrisa, tal vez el principal activo suyo en las últimas elecciones. Como esta mañana en que se ofrece risueña en su departamento de Jesús María y nos cuenta que sus pequeñas nietas la acaban de obligar a comprarles entradas privilegiadas para el concierto de The Black Eyed Peas.

–¿Cómo son estos días de espera?

–Estamos vigilando el cumplimiento cabal del derecho al voto de las personas que han optado por nosotros. Esto significa habernos dotado de un equipo de personeros legales y técnicos, todos voluntarios y voluntarias, que están en los cinco Jurados Especiales recogiendo las resoluciones de las actas observadas y viendo algunas impugnaciones. Luego, está el centro de cómputo, que se armó con el apoyo de partidos amigos, como Somos Perú, Perú Posible, Alianza Para el Progreso y Acción Popular, que nos dieron las copias de las actas que nos faltaban.

–Pero siempre es difícil lidiar con la incertidumbre.

–Sí, bueno. Paso estos días agradeciéndoles a las personas por su voto; he estado yendo desde la semana pasada a Comas, San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Villa El Salvador. Yo soy líder, tengo que lidiar con mi propia incertidumbre, pero también con la de las personas que forman parte de nuestra organización. Y eso significa un trabajo ciudadano de vigilia, explicación, agradecimiento y fortalecimiento partidario. Le estamos sacando la vuelta a la incertidumbre.

–Dos semanas sin resultados definitivos es demasiado para cualquier sociedad.

–Nuestra decisión fue: nada de pasividad; nosotros confiamos en las instituciones, pero exigimos que estas trabajen con imparcialidad, diligencia y celeridad. Es inaceptable lo que está sucediendo desde todo punto de vista. En Brasil, millones de personas votaron y tuvieron los resultados en tres horas el mismo día. Allí hay voto electrónico, nosotros no lo tenemos. Aquí se cambiaron algunas reglas de juego, como la necesidad de poner la huella, 15 días antes de las elecciones. Eso hizo que tuviésemos una cantidad inusitada de actas observadas por la ONPE. Si en el 2006 tuvimos cerca de 7 mil en todo el país, ahora solo en Lima tenemos más de 8 mil. Nosotros no estamos hablando de fraude, pero sí de una organización del proceso electoral en la provincia de Lima y en el resto del país que deja mucho que desear.

–El martes usted dijo que la “lentitud inaceptable del Jurado” es la que genera sospechas entre las personas, e inmediatamente Lourdes Flores pidió no ejercer presión sobre los organismos electorales. ¿Le parece válido el llamado de su contendora?

–Yo lo que hago es asumir la voz de las personas de la calle, las que han trabajado hasta extenuarse en esta campaña, las que han estado como personeros y personeras, las que han recogido los millones de volantes asquerosos, nauseabundos, que se han hecho contra mi persona; esas personas están impacientes, y con razón. Quieren saber qué pasó con su voto. Entonces, Lourdes Flores no puede decir que son presiones indebidas. Lourdes y yo hemos estado en las calles –que lo recuerde– defendiendo la democracia de nuestro país, luchando por recoger firmas contra la re-reelección de Alberto Fujimori. Esa misma Lourdes tiene que saber que no hay manera de hacer que una democracia funcione si no es con vigilia activa.

La elocuencia del mudo
–¿Cómo ve que el renunciante alcalde Luis Castañeda Lossio haya revelado su voto por Lourdes Flores una vez acabada la votación?
–En esta campaña han habido muchísimos problemas de neutralidad contra la ley electoral. Todos, desde el señor presidente de la República, el jefe de Gabinete, el ministro de Educación, la ministra de la Mujer, el alcalde de Lima, todos han dicho que van a votar por Lourdes. Los ex presidentes o candidatos presidenciales pueden decir lo que quieran, pero las personas que tienen cargos de funcionarios públicos, que manejan presupuestos, pueden enviar señales muy equivocadas a sus seguidores, a sus funcionarios, de que utilicen de una u otra manera (sus facultades) para favorecer o entorpecer este proceso electoral. Nos preocupa el caso de Elmo Man Cortez, un funcionario de la Municipalidad de Lima que fue interceptado en Villa El Salvador con dos toneladas de volantes y una cantidad enorme de dólares. Esto es serio. Nosotros hemos pedido al JNE, a Transparencia y a la Defensoría del Pueblo que se pronuncien sobre estas fallas a la neutralidad.

¿Y la coalición de izquierda?

–Tenemos la versión de que al interior de Tierra y Libertad y del Movimiento Nueva Izquierda (MNI) hay una especie de desazón con Fuerza Social por su supuesta actitud contemplativa frente a los resultados electorales. Ellos cuentan, por ejemplo, que el lunes 4 de octubre un grupo de simpatizantes pidió hacer un plantón frente a la ONPE, y Gustavo Guerra García les pidió que se vayan a sus casas.

–Al día siguiente del proceso electoral, no teníamos ninguna evidencia de que hubiese algún problema de fraude, y eso se lo explicamos. ¿Qué es lo que quieren Lourdes Flores y la derecha? Que nosotros salgamos a decir que hay fraude –ellos saben que han perdido y están ganando tiempo, esa es la verdad– y ver que grupos provocadores, que no son Tierra y Libertad ni el MNI, sino otros sectores que estarían metidos en las movilizaciones, comiencen a quemar llantas y hacer todo lo que ellos quieren fotografiar y sacar en las primeras planas.

–¿Se ha tirado usted al centro?

–No, yo soy una mujer de izquierda, no me he tirado a ningún centro. El centro es el lugar en el que quieren estar todos aquellos que no toman posición. Y yo siempre he tomado posición.


–El MNI está evaluando una alianza con el nacionalismo para el 2011. ¿Fuerza Social irá solo como partido o en una coalición?
–En los primeros días de noviembre tendremos nuestro tercer congreso nacional, en el que tomaremos esas decisiones. Si el MNI quiere ir con el nacionalismo, es absolutamente libre.

–¿Hay precandidatos presidenciales de Fuerza Social?

–No, lo que hay son algunas personas que han sido nombradas, como Nano Guerra García y Vladimiro Huaroc. Hay muchas posibilidades: presentar candidatos, no presentarlos. Estas cosas en un partido democrático se discuten con las masas.

–¿Le gustaría ser candidata presidencial si no triunfa en estas elecciones?

–No. Lo he dicho ya, en eso soy súper firme. Yo no soy candidata presidencial; soy, creo, la futura alcaldesa de Lima.

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