SEGURIDAD CIUDADANA
La tecnología tiene que ponerse al servicio de la seguridad. Lo fundamental es un sistema de comunicación que permita que en sola frecuencia esté interconectados policías, serenazgos y bomberos, para formar un sistema de vigilancia. Es necesario reforzar una Central de Emergencias con un número único, que puede ser el 105.
Tiene que haber prevención a un ámbito más municipal, mediante el trabajo con padres de familia y la recuperación de espacios públicos —una canchita deportiva que se ha convertido en un fumadero— es fundamental. La prevención con tecnología es fundamental también. La sanción a los delincuentes es otro punto importante, que los delincuentes sientan que el crimen no paga.
Cada uno tiene un rol en este proceso. Y el de la Justicia es fundamental. Obviamente, el alcalde no manda sobre el juez, pero en la medida en que haya una mayor coordinación, se puede lograr mucho, por ejemplo, el Comité Metropolitano de Seguridad Ciudadana. Su función es importantísima para la investigación del delito y la sanción.
Eso se soluciona con la denuncia ciudadana de los hechos. Lo que permitirá conocerlos y hacer vigilancia sobre ellos. Los alcaldes deben tener al Comité Metropolitano de Seguridad Ciudadana como una instancia ante la que hacen saber a los policías cuando están actuando mal. Peor parte de la solución también está en dar estabilidad a los comisarios que actúan bien. Hay que procurar justamente que estos estén más cerca a los vecinos. Eso se logra si la municipalidad y los limeños seguimos más de cerca el proceso.
Es presupuesto solo alcanza para pagar la planilla de los serenos y gastos básicos en este tema para el Cercado de Lima. Nuestro primer proyecto será el de brindar la seguridad en esa zona y parte de ese plan es reordenar los recursos, para tener más efectivos policiales de franco en las calles. Hay incorporar a la empresa privada, ella debe ser una gran contribuyente en asuntos como adoptar una cámara hasta incorporar a los 50.000 vigilantes privados que hay en las calles y a los que hoy les pagan la empresa privada. Si la interconectamos con la Policía, es una fuerza de vigilancia con un doble potencial.
Desde luego, debe haber un compromiso nacional para aumentar recursos policiales e implementar los juzgados de paz en cada comisaría, y que con la implementación del nuevo Código Procesal Penal, acelerar que investiguen con el Ministerio Público y luego se sancione desde esta instancia.
Tenemos que capacitar al serenazgo de la mano de la Policía, y aunque aquel no cumpla las funciones de esta, sí puede ser formado para que sea su asistente y cumpla esta labor de forma más profesional. La mayor coordinación con la Policía es la clave, por su profesionalización como institución del Estado. El serenazgo solo ha cumplido con una carencia en seguridad, que ha generado confianza en la población, pero que tiene que trabajar con la Policía de la mano.
Usted propone la creación de un metro que permita cruzar todo Lima en menos de una hora.
Lima, con casi 9 millones de habitantes, necesita un medio de transporte del siglo XXI. En base a un estudio ya realizado por la cooperación japonés, Lima puede tener un metro, al menos cuatro líneas básicas que crucen la ciudad, subterráneas o parcialmente subterráneas. De todas formas, es una inversión que escapa a la gestión municipal, se tiene que hacer de la mano del Gobierno. Lima aporta el 40% de la economía nacional, el IGV que se paga en la capital es el 30% del ingreso nacional. Es así que el Estado tiene que destinar recursos para convertir a la ciudad en lo que fue alguna vez, la capital de Sudamérica.
De la línea 1 del Metropolitano resta concluir la ruta Comas-Carabayllo, creo que hay que hacer el esfuerzo de completarlo o tener rutas alimentadoras en la zona. Hemos previsto nueve corredores, de menor inversión, y tres en que haremos ingresar todas las rutas únicas a través de vías segregadas o vías enteras. Se puede hacer de manera público-privada y financiarse también recuperar los montos de inversión con que se pague la actual deuda pendiente.
El reordenamiento es fundamental y trae consigo el reemplazo de unidades pequeñas a grandes, con lo que se disminuye el número de unidades, más nuevas. Ello permite que también que el transportista se beneficie, al encontrar menos unidades en su ruta, su jornada de trabajo también se puede ver reducida. Estas rutas deben diseñarse de manera que resulten rentables para las empresas, pero para que haya también en ellas un número adecuado de transportistas, empresas y unidades. Es un asunto ya estudiado y en los seis primero meses implementaremos un plan muy claro de reordenamiento.
¿Cómo controlamos el crecimiento de Lima y engarzamos este plan de reordenamiento a dicho proceso?
Por años, la migración en Lima y la densidad ocuparon el terreno horizontalmente, fue avanzando hasta el norte, este y sur, extendiéndose en invasiones. El Estado llegó después, primero la vivienda informal, el comercio y más tarde el Estado. Aun así, ello ha generado un progreso importante. Necesitamos mejorar el modelo que ya está, darle calidad urbanística para transformar la zona. Ello implica el mejoramiento integral de barrios, donde las escaleras del alcalde Castañeda Lossio solo serán una proyección hacia el cambio que ahora debe consolidarse, como el convertir viviendas donde viven cinco personas en un edificio para 50 familias. El gran instrumento de la municipalidad para ello es la zonificación, a fin de diseñar la planificación urbana. Por eso, queremos potenciar el Instituto Metropolitano de Planificación. Debemos tener claras cuáles son nuestras necesidades de vivienda y cómo solucionarlas.
Lima es una gran región con subregiones y ciudades a su interior. Hay procesos que deben cambiar. La avenida Arequipa y Petit Thouars han sido por décadas las vías donde 6 de cada 7 jóvenes han ido a estudiar. Se necesita entonces una oferta para que los jóvenes puedan estudiar en sus propios lugares, descongestionar el Centro.
A eso súmele la iniciativa hacia el gobierno electrónico, hemos enumerado una serie de trámites en el Tupa de las municipalidades que pueden hacerse por Internet. También está la voluntad para que se realicen muchos trámites en un solo lugar, una misma oficina. Obviamente, el transporte público debe conectar inteligentemente la ciudad a la luz de ello.
Hay procesos que ya se vienen dando. Por ejemplo, la Sunat ha llegado a Santa Anita, era lógico. Pero hay otro proceso interesante, que es que el Estado abandonó el Centro histórico. Yo creo que debería volver a él, crearíamos las condiciones para ello porque eso le da mucha vida a la ciudad. Los procesos no pueden ser compulsivos, debemos crear las condiciones ideales para ellos. Lo importante es tener un Estado eficiente, para que la gente se desplace menos para hacer trámites, que se pueden gestionar incluso a través de Internet.
Los gobiernos locales, es cierto, no son vistos como las grandes autoridades para proveer al vecino con estos beneficios. Pero hacia eso caminan las ciudades modernas, son ellas las que buscan inversión y organizan olimpiadas, constituyen en el mundo de hoy unidades con fuerza. Si soy alcaldesa, me preocuparé por que la municipalidad tenga la relevancia del caso, incluso en temas como los referidos a las empresas de agua y luz.
Al respecto, ¿cómo llevamos agua a los casi dos millones de limeños que aún no la tienen y que pagan el agua más cara del país, directo de un camión cisterna?
La municipalidad debe tener una importante preponderancia sobre Sedapal, es la única empresa que se ha mantenido en el gobierno central. Agua para todos ha sido un proyecto costoso pero importante, aunque, de nuevo, tenemos una ciudad donde la oferta de agua debe adecuarse a la forma en que Lima se ha configurado. Es necesario el trabajo conjunto con esta empresa y el gobierno central, necesitamos su concurso.
Lima pierde a diario su Costa Verde por la contaminación de los desagües. Además, desperdiciamos millones de litros de aguas servidas a diario, eso también tiene que ver con Sedapal…*
Así es, es parte del mismo tema. No podemos seguir regando con agua potable y botar al mar las aguas servidas, por eso proyectos como La Chira y similares son muy importantes. También lo es la recuperación de nuestras tres cuencas, la del Rímac, el Chillón y el Lurín. Son realizables con la convocatoria de la inversión privada. El acalde de Comas, por ejemplo, ya empezó a desarrollar una iniciativa privada en bien del Chillón. Parte de nuestra propuesta es la recuperación del malecón Checa a lo largo de 2,5 km del Rímac, que pueda ser el inicio de la recuperación del río, a fin de devolverle su prestancia a Lima y Callao. Y el Lurín, dada la importancia productiva de su valle, también debería poder convocar a la empresa privada, en proyectos básicamente de conservación de las áreas verdes.
En Curitiba hace treinta años se acuñó la frase: “La basura no es basura”. Los desechos tienen un valor y el proceso debe ser llevado a cabo. La basura tiene potencial de reciclaje y transformación incluso para producir energía eléctrica. Hay que convocar a la inversión privada a través de incentivos como bonos de carbono, en vista de que colaborarán a actividades limpias de emisiones.
El recambio del parque automotor es otro problema referido a la contaminación del aire. Nuestro proyecto plantea el cambio de sistema, hacia el uso del gas. Sin duda, los transportistas comienzan a ver las ventajas de ello en el chip que usan a la hora de hacer recargas, que les permite ir pagando sus vehículos. Necesitamos además mejorar calidad de combustible que compramos.
¿Cómo la alcaldía de Lima Metropolitana asume el combate contra la corrupción a niveles distritales?
Tenemos que ir hacia la modernización del Estado. Los gobiernos locales en Lima tienen 42 TUPAS que nos complican la vida y encarecen los costos de los procesos. Yo espero trabajar con los alcaldes distritales para uniformizar procesos y simplificarlos, no vivir en 42 predios. La ventanilla única y el gobierno electrónico son parte de esta solución, también.
La modernidad en el gobierno municipal en parte es brindar banda ancha, gas domiciliario, un mejor transporte, mejor calidad de aire y agua, y esas son parte de nuestras propuestas para Lima.
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