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jueves, 24 de marzo de 2011

Elecciones 2011 :::: Menos críticas a sus adversarios y campaña de mayor contacto para Alejandro Toledo.

Golpe de Timón

Toledo se presentó con sus ex ministros para reforzar el argumento de la experiencia gubernamental. Paró ataques contra PPK y el gobierno.
El viernes 18, el comando de campaña de Perú Posible se reunió de emergencia en el local partidario de San Isidro. La tensión ya era palpable.
Carlos Bruce, jefe de campaña nacional bajo el fuego de otros chakanos como Marcial Ayaipoma y Javier Reátegui, se inclinó por intensificar la propaganda en televisión, radio y paneles. Jorge Villacorta, cabeza de la campaña en Lima, sugirió visitar más mercados y asentamientos humanos. También pidió que el candidato esté más cerca de la gente, que vuelva a sus orígenes humildes y se reúna con gremios de canillitas, lustrabotas y taxistas. Toledo, mientras tanto, reconoció el bajón y prometió “ajustes”. Estos comenzaron a hacerse evidentes con sus felicitaciones por la subida en las encuestas a Humala y, particularmente, PPK, quien fue su principal blanco hasta hace pocos días. También prometió que, de ser elegido, recibiría el consejo del presidente Alan García, cuando la oposición a éste ha sido el principal punto de referencia en su campaña. Un ejemplo reciente fue que, luego de la revelación hecha en CARETAS 2072, el toledista Diario.16 acusó en primera plana al publicista Hugo Otero de ser el “enviado” de García a la campaña de PPK. Pero lo cierto es que Otero es un viejo amigo del candidato y le aconseja ad honorem desde buen tiempo atrás. La vinculación ya era conocida hace un año, cuando PPK era un error estadístico en las encuestas. Los padres de ambos, por cierto, pasaron sendas temporadas presos en el Panóptico.
Toledo optó por reforzar el importante argumento de la experiencia gubernamental cuando el martes 22 se presentó de buen talante con un importante grupo de ex ministros que lo acompañaron en su gobierno. Atribuyó las bondades de su mandato al trabajo de equipo y recordó su buena mano para seleccionar colaboradores.
Pero unos incómodos audios también pusieron sobre el tapete que la terquedad del “cholo” no era siempre sana y sagrada.

LOS WHISKYLEAKS

Los tres audios “chuponeados” que se dieron a conocer en Internet fueron bautizados como “whiskyleaks”. Y la verdad, su mayor octanaje se destila en la vulgaridad del lenguaje. Dos de ellos registran conversaciones entre Toledo y el controversial ex congresista Jorge Mufarech alrededor de setiembre del 2004. El tercero es entre este último y César Almeyda, ex abogado de Toledo que pasó una temporada en la cárcel y puso en jaque al gobierno. Allí hablan de un supuesto intento de Mufarech, patrocinado por Toledo, para comprar el canal 4.

Toledo, por su parte, expresa un apoyo cerrado a Mufarech y se refiere al entonces procurador anticorrupción Luis Vargas Valdivia como “mentiroso de mierda” y “miserable”.
El equipo de Vargas Valdivia había sido conformado para defender al Estado en los casos de corrupción. Pero “Toledo no quedó contento con el impulso que le dio a la investigación de las conversaciones de chifa entre Almeyda y el suicidado general Óscar Villanueva”, apuntó CARETAS 1840 en el mismo setiembre del 2004. “Menos aún con la disposición de Vargas Valdivia para que el abogado del presidente se acogiera a la colaboración eficaz. Por eso, cuando reventó el caso Bavaria, Palacio de Gobierno se cuidó en dejar por fuera a la Procuraduría de las pesquisas sobre posible corrupción en el presente gobierno”.
El más prominente enemigo de Vargas era precisamente Mufarech. En esa coyuntura Toledo debió enfrentar una seria crisis al interior de Perú Posible por su firme apoyo a Mufarech. Los ex ministros toledistas Fernando Rospigliosi y Susana Villarán le pidieron que lo aleje de su entorno. Por entonces Toledo también se encontró con la renuncia de su premier Luis Solari, que dejó el cargo por el despelote de Perú Posible y la falta de decisión presidencial para botar a quienes desprestigiaban al partido (CARETAS 1841).
Mufarech enfrentó investigaciones por evasión tributaria en la compra de un automóvil Jaguar y el impulso de medidas tributarias en el Parlamento para favorecer a sus empresas textiles, entre otras perlas. Mufarech acusó a Rospigliosi y Villarán por supuestas irregularidades en un convenio firmado en el 2002 entre Interior y la asociación Proética.
Mufarech había pasado del fujimorismo a Somos Perú y de ahí, invitado por Raúl Diez Canseco, a Perú Posible. Toledo deslizó que habría sido el propio Mufarech quien grabó las conversaciones y reiteró que no habla con él desde que terminó su gobierno.

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