Los vecinos deciden
Es un momento crucial para que los ciudadanos de Lima y de todo el Perú digamos en voz alta que no vamos a permitir “más corrupción con tal de que nos hagan una pista”, ni “más impunidad con tal de que nos regalen un poco de azúcar”, y que no vamos a renunciar a nuestra aspiración de vivir en una ciudad segura y ordenada. Para mejorar Lima hay que ser organizado y no improvisado, hay que sentir las necesidades del vecino y saber cómo utilizar sus recursos públicos de manera racional y no gastar el dinero en obras que solo benefician a sus promotores. La improvisación en el actuar político genera fracaso, y con el tiempo este fracaso se convierte en corrupción, pues al pretender mostrar obras se generan sobrevaluaciones o contratos amañados para tapar incapacidades, transgrediendo la ley y la justicia, para luego buscar en los recovecos judiciales la salida fácil de la prescripción por los delitos cometidos, como si nada hubiera pasado.
También debemos comprender el craso error que significa la dispersión electoral, pues el vecino de Lima, al parecer, tendrá que enfrentarse a una diversidad de candidaturas, seguramente, en su mayoría bien intencionadas, aunque habrá mercenarios que promoverán dicha dispersión y cuestionarán la “unidad” por apetitos personales o porque les pagarán por ello; sin embargo, los que creemos en la democracia y en la necesidad de hacer una gestión transparente y decente sabemos que esta dispersión solo favorece a aquellos que representan “los negociados turbios”, la vuelta al pasado, el regreso de las prácticas mafiosas, pues si ellos se agrupan “Montesinos los inventa y ellos se juntan”.
Por ello, a pesar de haber sido invitado a ser candidato a alcalde por diversas organizaciones, como UPP y el Partido Humanista, a las cuales agradezco, he anunciado mi apoyo y adhesión a la candidatura de Lourdes Flores, porque creo en la unidad y en trabajar por el bien común antes que por ambiciones individuales. Por lo que me permito, como vecino, sugerir que siempre evalúen el sustento técnico de las propuestas que escucharán durante esta campaña, si son posibles o no de realizar, pero que también evalúen al “mensajero” de estas, pues el comportamiento de cada candidato es por todos conocido. Usted decida a quién confiar el futuro de nuestra Lima. Yo ya decidí.
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