Lourdes Flores Nano: "Esta vez no le perdono una a nadie"
Hace una semana anunció que entraba a una etapa de serena reflexión . ¿Cómo van esas cavilaciones?
No hay tales cavilaciones, lo que hay es el análisis maduro que corresponde a una política con muchos años de experiencia y a un partido con enorme trayectoria. Yo he sido formada en una escuela en la que se nos ha enseñado que antes de tomar cualquier decisión hay que poner estrictamente en orden las siguientes prioridades: ¿qué le interesa al país, qué le interesa al partido y qué le interesa a la persona? Por ese análisis —que no pienso cambiar— tenemos que tomar una serie de decisiones sobre las elecciones, que tienen además dos etapas: 2010 y 2011. Todo lo cual deberá tener día y hora en el congreso partidario que se realizará en marzo. Lo que no podemos hacer es expresar desesperación en una decisión.
En esa toma de decisión usted preguntó en el Facebook sobre su eventual candidatura y recibió respuestas de toda índole. ¿Consultar así abiertamente es parte de una decisión serena?
No, pero creo que es uno de los instrumentos modernos en el que la gente expresa con sinceridad lo que piensa. En los comentarios recibidos hemos encontrado una división de criterio y, en algunos casos, unos muy lúcidos análisis ciudadanos. Estos son parte de los instrumentos que la comunicación política tiene, que tampoco suponen ni reemplazan la decisión personal por tomar.
En estos días le ha llovido de todo y de sus propios partidarios. Salvador Heresi dijo que usted lo ha defraudado , ya que luego de pedirle explorar la candidatura de Álex Kouri, expresa reserva moral sobre él. ¿Heresi también la ha defraudado?
No. Salvador es una de las figuras más valiosas de la nueva generación política del partido, una persona con un enorme porvenir político, y como un joven brillante alcalde tiene también el deber de meditar y pensar cuál es su mejor contribución al país y al partido. Sobre la posibilidad política de una autorización a nuestros alcaldes para explorar una solución, creo que puede haberse malinterpretado lo que era un tema de análisis y no de indicación. En el análisis previo es legítimo tener una opción u otra. Mientras no tomemos una decisión hay toda la libertad de pensar en diferentes opciones.
¿Quiere decir que a Heresi le dijo que analice, y que él pensó que le decía “actúa y vete con Kouri”?
Puede ser que en las muchas conversaciones que hemos tenido se hayan analizado A, B o C hipótesis, pero de ahí a sostener que hubiera una decisión tomada… Si ni respecto a mí que soy la presidenta del partido la hay, mucho menos una decisión que suponga una relación con terceros.
Usted ha tenido recién reuniones con los alcaldes en las que se retomó la vigencia de la candidatura presidencial.
Oigo, escucho y leo opiniones de terceros: unos sostienen que el porcentaje que tenemos en Lima se sume para la candidatura presidencial. Otros, en cambio, de tiendas opuestas y generosos conmigo, me dicen “tú estás para las ligas mayores, cómo se te ocurre pensar en otras lides”, seguro porque en su análisis conviene una fragmentación de nuestro espacio. Hay los que me jalan y quienes me empujan.
El congresista Jorge del Castillo le recordó la experiencia de Bedoya cuando fue por la alcaldía en 1986 y perdió justamente frente a él
Así es, me dice cómo voy a descender de categoría. En el escenario presidencial hay una pregunta que debemos hacernos: ¿Debemos mantener el respaldo de este espacio político en Lima?, ¿debemos sumarlo en algún momento con una opción más amplia? En el reciente aniversario del partido vimos que esas preguntas siguen vigentes. Tenemos un partido de formación municipalista y que tiene en Lima su bastión electoral. Todo eso hay que analizar, al final vendrá la decisión personal.
A propósito del aniversario del PPC, en esa ceremonia se lanzó un documento que parecía un plan de gobierno y el doctor Bedoya le decía que a la tercera va la vencida. ¿Cómo pasamos de ese escenario casi de lanzamiento presidencial a la serena reflexión? ¿Qué ha pasado?
Podría no haber pasado nada. O podría ser que la vida política tiene un cierto dinamismo que obliga a determinadas circunstancias. Yo respaldé con mucho entusiasmo que el partido tuviera un rostro joven, extraordinariamente exitoso como alcalde en una proyección metropolitana, y esa figura es Salvador Heresi, que en un momento dado dice “Oye Lourdes, puedo seguir sirviendo a mi comunidad mejor en San Miguel, puedo seguir creciendo políticamente”, y eso al partido le genera un nuevo escenario.
Hay un tercer personaje en juego, Álex Kouri, que si bien aún no oficializa su postulación ya habla como candidato. ¿Es posible un acercamiento con él?
Yo creo que él está teniendo un comportamiento de carácter electoral. No me corresponde pronunciarme sobre alguien que está en contienda electoral mientras yo no lo estoy. El partido tiene que mirar más allá de cualquier contendor. Yo analizo las elecciones de Lima dentro de un contexto nacional.
Kouri señala que cometió el error de pactar con Montesinos porque se dejó seducir por un desmedido afán de poder. ¿Le cree o habla como candidato?
Repito que siendo él un candidato, y no siéndolo yo, creo que serán los candidatos los que tendrían que ocuparse de él. Si yo tengo que ocuparme de algo, es de esta reflexión: creo que es tan importante lo que se juega en el Perú y estamos en un momento tan definitivo de nuestra vida, que me preocupa que no asentemos la política con mayúsculas. Yo soy una mujer con formación de visión de Estado, yo quiero que mi país se institucionalice.
Usted habla de formación de cuadros, pero en el PPC muchos se fueron. Kouri, Allison…
Es verdad. En los 90 nosotros tuvimos rupturas en el partido. Unos nos criticaban porque nos veían cercanos y otros porque no fuimos suficientemente críticos con el fujimorismo. En circunstancias difíciles, cuando se impone la política del pragmatismo, los valores que te dan la consistencia se pierden. A veces todo se trastoca por la angustia o por el legítimo derecho de crecer, pero que hace perder perspectiva. A pesar de que muchos migraron, en los últimos meses hay quienes han vuelto silenciosamente.
¿Quiénes?
No cometeré el error de la indiscreción, que ha sido la característica pepecista de esta semana.
¿Qué papel está jugando Luis Castañeda? Porque si él está pensando en la presidencia, él la está animando a que usted le tome la posta. ¿Cómo ve ello?
Castañeda ha sido el artífice de una extraordinaria transformación urbana que cualquier buen alcalde debe continuar. En Luis Bedoya Reyes y en Castañeda yo veo a dos visionarios de la transformación de Lima. Lucho tiene este legado, que es una carta de presentación a una elección nacional, es un hacedor y tiene una magnífica opción de ser presidente de la República, aun cuando me toque competir con él eventualmente en el 2011. Mi relación por él pasa hoy por un momento extraordinario, las puertas están abiertas para analizar qué es lo mejor, pero parto por reconocer que previsiblemente quiere dar el salto nacional.
¿Vemos a Lourdes más presidenciable que rumbo a la alcaldía?
Estoy dejando abiertas las posibilidades de análisis. El partido tomará con tranquilidad sus decisiones, no hay que adelantarse.
Usted es muy generosa con quienes la golpean, califica a Castañeda de visionario, y en el 2003 —cuando ganó por primera vez la elección— no la dejó salir en la foto, ahora con Heresi lo mismo. ¿No querrá la gente ver a una Lourdes más agresiva?
Puedo asegurar que como algún rol jugaré en las próximas elecciones no voy a permitir que nadie vuelva a levantar la voz sin que reciba por respuesta lo que se merece. He aprendido que los silencios en política a veces son un error, me verán contestar con mucha fuerza a cualquier insolente que vuelva a decir cosas impropias. Donde me toque estar, esta vez no le perdonaré una a nadie.
¿Heresi y Kouri están perdonados porque aún no es candidata?
Estoy en serena reflexión. Tengo que guardar energía para cuando llegue el momento.
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