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jueves, 4 de marzo de 2010

Vieja rivalidad: Sepa por qué Lourdes Flores y Álex Kouri no se llevan bien

En 1992, la ex candidata presidencial promocionó en el PPC a su hoy competidor por la Alcaldía de Lima para las elecciones congresales. “Después de ser elegido, a Kouri le importó un comino la bancada”, dijo Barrón
Por: Juan Aurelio Arévalo
Como si se tratara de dos niños resentidos en el patio del colegio, Álex Kouri y Lourdes Flores han dado inicio a una competencia de frases desafiantes. “Ella ha sufrido mucho y merece cariño”, se escuchó desde el Callao. “¡Esta vez no le perdono una a nadie!”, retumbó en Lima.
Mientras el primero llamó a sus amigos de San Miguel, La Molina y Los Olivos para seguir el pleito, ella prefirió buscar a los suyos en Facebook . “La decencia va a barrer la corrupción”, dijo Lulú. “Yo no me siento aludido”, contestó Álex. Si bien este cruce de palabras ha calentado la campaña por la Alcaldía de Lima, la enemistad nació hace 17 años.
CULPABLE SOY YO
Xavier Barrón sospecha que las primeras diferencias surgieron con la convocatoria del Congreso Constituyente Democrático en mayo de 1992. “Como la población estaba harta de los políticos tradicionales, Lourdes se dedicó a desarrollar “focus groups” y encuestas para identificar rostros jóvenes dentro del partido que pudieran integrar la lista del PPC. Destacaron por su carisma y estética física: Álex Kouri y Manuel Masías”.
El entusiasmo de la entonces secretaria general llegó a tal extremo que pidió a sus colegas que fuera Kouri quien encabezara la lista y no Ántero Flores-Aráoz como especulaba la prensa. “Le dijeron que era un salto al vacío, pero ella insistía”, comenta Barrón, quien al final tuvo que morderse la lengua al ver cómo su candidatura se ubicó en el quinto lugar. Kouri se ubicó cuarto y Flores Nano terminó primera. A Masías la estética no lo ayudó y quedó rezagado al puesto 40.
Pero si fue Lourdes quien propició el ascenso de Kouri, ¿por qué se distanciaron? “Después de ser elegido, a Kouri le importó un comino la bancada”, responde Barrón. También asegura que en sus años como congresista, Kouri no volvió a participar en ninguna reunión del PPC. “Ella lo propuso como número uno y él jugó por su lado”, asegura.
Kouri no ha querido contestar el teléfono ni siquiera para desmentir esta afirmación. Pero sus palabras lo delatan. Hace poco le dijo a El Comercio que efectivamente proyectó su vida en función a sus cargos y también reconoció haber acumulado resentimiento hacia ciertos dirigentes pepecistas desde su época de dirigente juvenil.
Javier Bedoya maneja otra hipótesis. Su memoria apunta que la ruptura ocurrió alrededor de 1998 cuando Ántero Flores-Aráoz era presidente del PPC.
“Kouri era vicepresidente en esa época y empezó a marcar distancia con unas declaraciones públicas en las que expresó su discrepancia con la forma como se manejaba el partido. Él creía que la juventud debía tomar el control y que los viejos debían irse a sus cuarteles de invierno. Hasta que un día declaró que daba un plazo de seis meses al partido para que cambie o de lo contrario tomaría una decisión”. Kouri no esperó y a los pocos días mandó una carta a Flores-Aráoz para presentar su renuncia a la primera vicepresidencia. La comisión política del partido la aceptó y la hizo extensiva a su militancia. En otras palabras, lo expulsaron.
EL DERECHO DE CRECER
En 1987 Lourdes actuó de telonera en un mitin del PPC y dio un discurso tan enérgico contra la estatización de la banca que Manuel D’Ornellas escribió: “Nace una estrella”. Kouri era entonces un emergente dirigente juvenil que tres años más tarde se convertiría en presidente de la Beneficencia del Callao.
Con tanto futuro prometedor, ¿por qué no lograron consolidarse juntos en el PPC? Tal vez por culpa del mismo partido. Un partido nacido de una división de la democracia cristiana en 1966 y cuyo origen disidente parece perseguir a sus miembros.
“En realidad, todos los que salieron del PPC en los últimos años se fueron por problemas con Lourdes, por su complejo de hija única, que todo le dan y todo se merece”, afirma un ex dirigente nacional que desea permanecer anónimo.
Lo cierto es que el éxodo de los noventa se debió en parte a que el partido perdió su inscripción ante el JNE en 1995 y algunas de sus figuras pidieron licencia para incorporarse a las listas de otras agrupaciones, entre ellos el propio Kouri quien fundó Chim Pum Callao y logró la alcaldía del puerto.
Pero no solo con Kouri tuvo problemas. “Mi hermano, que contaba con el apoyo de Luis Bedoya Reyes, también pidió licencia, pero ella se opuso. Terminó renunciando por eso y porque Lourdes lo sometió a disciplina por otro asunto. Él pensaba que podía opinar, pero con ella no se podía”, comenta Fernando Andrade, hermano del recordado Alberto Andrade Carmona. Al recordar el caso, el hoy candidato al sillón municipal capitalino, encuentra un símil con lo que ocurrió con Salvador Heresi, quien se encuentra en una cura de silencio. “Ella saca personas que no eran nada, hace que destaquen y luego se arrepiente”.
Natale Amprimo, otro renunciante al PPC, opina lo contrario. “Yo no me fui por ella, sino porque dentro del partido había un grupo de gente notoriamente fujimorista que se dedicaba a atacar a Alberto Andrade. Por Lourdes guardo una opinión positiva y pienso que los liderazgos dependen de cada uno”.
LA SALITA TE CONDENA
En los últimos días Kouri ha dicho que “ser militante no es ser esclavo” y Lourdes ha construido su muro de la decencia. El contragolpe llegó de inmediato. Kouri recordó que ese muro tiene una fragilidad con nombre propio: César Cataño . Pero sus opositores le pusieron el pare: una cosa es las manos al fuego que puso Lourdes por Cataño y otra muy diferente ocho visitas al SIN.
Al complotador de candidaturas democráticas le conviene quedarse callado aunque él se afane en insinuar que sus conversaciones con Montesinos solo las recuerdan los periodistas.
Lo cierto es que Kouri mintió a este Diario cuando el 16 de setiembre del 2000 afirmó que no tenía ningún tipo “de relación de amistad ni de coordinación con Montesinos” y que no compartía la decisión de su hermano Beto de pasarse a Perú 2000 (el partido de Fujimori). El tiempo lo desenmascaró. Desde 1998, cuando era vicepresidente del PPC, enfiló baterías contra las aspiraciones presidenciales de Alberto Andrade, sugirió “dinamitar” el partido de Toledo, vio a la Vía Expresa del Callao como un negocio y se atrevió a pedir a Montesinos que el Congreso emita una ley desfavorable para el Callao con el fin de movilizar a la población contra el Legislativo para que cuando Fujimori la observe le pueda brindar un agradecimiento apoteósico.
Como bien señala el historiador Antonio Zapata: “A la inmensa mayoría Montesinos les ordenó que hagan esto o aquello. A Kouri no. Él propuso y antes de apoyar supo obtener su parte”.
¿Qué sintió Flores Nano al enterarse de las andanzas de su ex colega? “Sentí una profunda vergüenza y una inmensa decepción”, declaró en su momento.
Lo mismo sintió Alberto Andrade, según recuerda su hermano. “Alberto sintió indignación, estaba espantado. Uno nunca espera que una persona tenga ese comportamiento. Esas manipulaciones eran de miedo”.
Tanto Fernando Andrade como voces al interior del PPC recuerdan que hubo un intento para que el ex alcalde de Lima regrese al partido el 2000. Incluso lo invitaron a la ceremonia de aniversario en diciembre, pero el intento de reconciliación se fue al tacho cuando al parecer Kouri movilizó a gente del Callao para pifiar a Andrade y malograr su bienvenida. Cabe señalar que el Kouri dijo que antes de conocer la enfermedad del ex burgomaestre ellos conversaron y se reconciliaron. ¿Será cierto ? La verdad se fue con Andrade.
JUNTOS NUEVAMENTE
Cuando le preguntan a Álex Kouri qué siente por Lourdes Flores Nano, él asegura que mantienen una relación cordial y que valora en ella no solo su condición de dama sino su inteligencia y capacidad.
Cuando le toca el turno a ella, reconoce los éxitos de la gestión municipal y regional de Kouri, pero siempre añade que los separa una distancia moral. Por eso sorprendió tanto esa supuesta carta libre que le habría otorgado a Salvador Heresi para que explore la opción política de Kouri. Pero ella sostiene que eso no quiso decir “anda y vete con él”.
Entre la conocida indecisión de la lideresa del PPC, acostumbrada a tomar “serenas etapas de reflexión” que han demostrado ser infructuosas y el pragmatismo político de Kouri que recuerda cierto aire fujimorista (obras y no palabras) saldrá el próximo alcalde de Lima.
Por el momento las encuestas indican un virtual empate técnico. Kouri asegura que aprendió de sus errores, ha respondido a la justicia y que pese a Montesinos ha salido airoso en cuatro campañas electorales. “Si mis adversarios quieren que me salga de la vida política no lo podrán lograr, salvo que me derroten en las ánforas. Ese día me iré”, dijo. Si Lourdes decide participar, podría cumplir ese vaticinio.

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