De la ‘tía bacán’ al ‘tío bacán': paralelos entre campañas de Villarán y Kuczynski
Redacción Online
La fortaleza de Villarán como candidata, para muchos, fue su simpatía, una amplia y casi inalterable sonrisa, que incluso lució en los momentos más tensos de su debate con Lourdes Flores Nano, quien no dudó en cuestionarla acerca de un supuesto apoyo a los grupos formales que financian a Sendero Luminoso. Kuczynski, por su parte, ríe tanto como cuando le tocan justamente sus partes como cuando le tocan el tema de su doble nacionalidad y la renuncia a esta.
Ambos se han tomado los ataques con calma. Que usted apoya la legalización de la marihuana, que los radicales la acompañan; o que tiene principios de Alzheimer, que es un lobbista, en el caso de Kuczynski. No. El ex ministro de Economía no se sacude con esas imputaciones y sí con el reggaetón del PPKuy y de cuanto ritmo tropical y “achorado” le pongan de fondo en sus eventos públicos. Baile, sonrisas a mil y también propuestas vienen siendo los insumos de su campaña, más allá de alguna atrevida receta psiquiátrica (recomendó a Carlos Bruce tomar un xanax por estar “excitado”).
De hecho, la campaña del candidato de Alianza por el Gran Cambio, a pesar de que declara gastos por S/.658.000, es percibida como la más austera por la población (es la menos costosa según el 16% de consultados en la encuesta de Ipsos Apoyo publicada ayer por este Diario). “Les duele que sigamos creciendo y les cuesta entender que una campaña austera venza una campaña millonaria”, Villarán dixit, el 26 de setiembre durante su encuentro con Flores. Kuczynski ha opinado de forma similar sobre su ascenso en la campaña y, al igual que la alcaldesa, ha resaltado el apoyo entre los votantes jóvenes.
Ahí otra coincidencia: ambos han posicionado su candidatura en las redes sociales en Internet (Hi5, Facebook, Twitter) mucho mejor que sus contendores. Solo en Facebook, Villarán le sacaba una larga ventaja a sus contendores, con más de 50.000 seguidores a su perfil; la seguía, en segundo lugar, Luis Iberico, con poco menos de 5.000 seguidores. Y en esta plataforma, Villarán se la pasó diciendo que el suyo no era “un voto perdido”.
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