Jue, 03/03/2011 - 07:30- La República
Desde el penal Piedras Gordas habla el informante Óscar Benites Linares. Benites reveló ante las autoridades judiciales su relación con Eudocio Martínez y Vladimiro Montesinos, pero jamás fue confrontado con ambos personajes. Ver carta.
Ángel Páez.El empresario pesquero Eudocio Martínez Torres, conocido como “Olluquito”, aportó US$ 10 millones a la campaña de reelección de Alberto Fujimori en el 2000, de acuerdo con Óscar Benites Linares, ex informante de la agencia antidrogas estadounidense (DEA), y cuyo testimonio fue determinante en el juicio por tráfico de drogas contra Fernando Zevallos.
“El mismo Eudocio comentó que debía aportar 10 millones a la campaña de reelección de Fujimori y desde prisión tenía que seguir trabajando para honrar sus compromisos con el cartel del narcotráfico”, dice Benites en un manuscrito al que tuvo acceso La República y en el que relata la presunta sociedad de Martínez con Vladimiro Montesinos en tráfico de drogas.
El 15 de marzo de 1993, en un cargamento de harina de pescado de la empresa Hayduk, de propiedad de “Olluquito”, se hallaron 353 kilos de pasta básica. Martínez se libró de la cárcel por años hasta que el 15 de enero del 2000 el empresario y sus hijas Mariana y Ana Cecilia fueron enviados a prisión. Pero la situación cambió rápidamente.
El 2 de marzo del mismo año, sin que fueran procesadas por la justicia, las hijas de Martínez salieron libres debido a un derecho de gracia otorgado por el presidente Fujimori, ante la intermediación de la entonces primera dama, Keiko Fujimori, como ella misma lo ha reconocido. Poco después, el propio “Olluquito”, el 17 de mayo del 2000, también salió en libertad.
Keiko ha confesado que, agradeciendo esa gestión, la familia Martínez aportó 10 mil dólares a su campaña para el Congreso el 2006. Aún ahora apoya la candidatura presidencial de Fuerza 2011.
Mesa de negociaciones
Benites sospecha que la excarcelación se produjo después de que Martínez abonó los US$ 10 millones que le pidió Montesinos para la campaña reeleccionista.
El informante Benites manifiesta en el manuscrito que en los primeros días de febrero de 1998 un grupo de policías lo intervino y lo condujo a un restaurante en las afueras de Chimbote. Allí lo esperaba un viejo conocido con el que había tenido tratos ilícitos en el Alto Huallaga, en 1992 y 1993, Vladimiro Montesinos.
“Me senté ante la mesa y (Montesinos) me presentó a su socio, Eudocio Martínez Torres, y entrando en confianza, después de hacerme una serie de advertencias, empezamos a tratar de negocios. Ya para esto Montesinos estaba informado de todos mis movimientos y negocios y sabía que contaba con una avioneta”, relata Óscar Benites en el texto que redactó en el penal de Piedras Gordas, donde purga condena por narcotráfico.
Montesinos y “Olluquito” propusieron a Benites trasladar 10 toneladas de PBC de la selva de Ayacucho a Chimbote, donde sería convertida en cocaína. Benites recién había comprado una avioneta Cessna 210 Centurión II y el entonces poderoso asesor estaba enterado. Por cierto, “Olluquito” tampoco era desconocido para Benites.
“En el momento que Montesinos y Eudocio Martínez se encontraban en el restaurante, yo antes había conocido a Martínez en una reunión donde participaba como padrino de 15 años de la hija de Wildoro del Águila Seijas (‘Rica Chicha’). Además, lo había visto a veces en Tarapoto junto a otros señores (...), también dedicados al negocio del narcotráfico. Para entonces ‘Olluquito’ era conocido como uno de ellos. Estoy hablando del año 1986”, explica Benites.
El negocio de Chimbote salió a medias. Benites hizo dos vuelos con 500 kilos cada uno el 5 y 6 de febrero de 1998. Pero cuando se efectuaba el tercer vuelo con droga, la avioneta tuvo un accidente en Huaraz. Benites decidió escapar a EEUU. No quería que Montesinos hiciera con él lo mismo que le pasó a Demetrio Chávez, “Vaticano”, quien también fue su socio.
Benites se acogió a la Colaboración Eficaz y delató los nexos entre Montesinos y Martínez, pero nunca fue confrontado con Montesinos ni con Martínez, como sí ocurrió con el caso Fernando Zevallos.
“De Eudocio supe el día que fue apresado por su socio (Montesinos). No era de extrañar que acabaran así. Es la forma de operar de Montesinos. Te presenta como su galardón, trofeo que lo hace aparecer como si estuviera combatiendo el narcotráfico”, escribe Benites.
Sin tomar en cuenta el testimonio de Benites, el 2005, Martínez, quien siempre ha negado vinculaciones con el narcotráfico, resultó absuelto. A Óscar Benites lo condenaron.
Mañana: Anatomía de una sociedad secreta.
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