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domingo, 26 de septiembre de 2010

Los asesores tienen su propia disputa
Campaña. Un acercamiento a los profesionales que aconsejan a Susana Villarán y Lourdes Flores. Conozca quiénes son los héroes cuando las candidatas aciertan y quiénes son los villanos si ellas provocan rechazo.

Luis Velásquez

Pequeños detalles, como el poncho verde que lució Susana Villarán en el programa de Gisela, o el atuendo de Lourdes Flores la noche del debate de Transparencia, revelan que hay personas dentro de Fuerza Social y el PPC que tienen la misión de pensar en todo aquello que sirva a las candidatas para ser, verse y mostrarse diferentes.

Se trata de un puñado de mujeres y hombres que por estos días se han convertido en la sombra, pero también en la luz, de las dos mujeres que aspiran a gobernar Lima. Muchos de ellos no son conocidos y otros ni siquiera aparecen en público, pero forman la columna vertebral de las campañas electorales que han hecho de Villarán y Flores las favoritas de los limeños.

Los consejeros de Susana

Gustavo Guerra García no es nuevo en política. Fue viceministro de Transportes durante el gobierno de Valentín Paniagua y es un experto en el tema de transporte público, por lo que su presencia diaria al lado de Susana Villarán es más que necesaria. Es, además, el jefe del comando de campaña, por lo que sus opiniones influyen mucho a la hora de la toma de decisiones.

Otro personaje influyente y cercano en el equipo de Fuerza Social es Gabriel Prado. Él trabaja el tema de seguridad ciudadana haciendo diagnósticos y evaluaciones, pero también se ha hecho cargo de organizar y participar en el equipo de seguridad personal de Susana Villarán.

Luego está Marisa Glave, candidata a regidora, quien participa muy activamente en los debates internos, análisis y evaluaciones de la campaña que se hacen diariamente en la casa de Susana Villarán, muy temprano, antes de cumplir con los temas de agenda.

En estas reuniones, en las que se analizan las encuestas y se evalúan las noticias, participan, además de ella, de Prado y de Guerra García, el publicista Álvaro Espinoza, encargado de la estrategia de campaña junto con Ricardo Fort.
También está Miguel Prialé, que ve la parte de las finanzas del comando de campaña, y Alfredo Prado, quien se encarga de las coordinaciones con los distritos para el tema de las movilizaciones.

A ellos se suman con cierta frecuencia Gloria Helfer, Augusto Ortiz de Zevallos y Juan Manuel Velarde. La primera se encarga de los temas educativos y apoya en la preparación de los discursos junto con Glave, pero también en el arreglo personal de la candidata.

A propósito, fue Glave quien aconsejó a Villarán ir con el poncho verde al programa de Gisela.

El equipo de Lourdes

En el entorno de Lourdes Flores destacan Olivia Cánova, responsable de llevar la agenda de la campaña, y Óscar Ibáñez, encargado de las movilizaciones así como de las coordinaciones con los distritos y la logística necesaria en cada uno de los eventos a los que asiste la candidata del PPC.

También integran este grupo Jaime Salinas, quien ve los temas de seguridad ciudadana y hace las veces de vocero; Marisol Pérez, encargada de organizar los eventos, y que en el debate de hoy tendrá la misión de cuidar el arreglo personal de Flores Nano, además de asesorarla en temas políticos.

Rol similar tiene Carlos Chipoco, asesor principal de la candidata y responsable de los discursos e ideas fuerza en los debates. Fue él quien aconsejó a Flores usar un atuendo de colores vivos en el debate pasado para distinguirse de los demás postulantes.

En este equipo también hay que contar a Mario Castillo Freyre, responsable del plan de gobierno; Pablo Secada, experto en temas económicos y financieros; y desde hace poco, Walter Guillén, candidato a teniente alcalde y experto en temas de salud.
El equipo de prensa, fundamental en la campaña, está encabezado por Cecilia Loayza.

Hay que precisar que ni en el caso de Susana Villarán ni en el de Lourdes Flores, los nombres que aparecen en esta nota son todos los que hay. Existen muchos más que cumplen tareas domésticas o técnicas, y otros que sin ser partidarios de ellas colaboran con ideas, análisis y propuestas.

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