Otra vez se ha polarizado la campaña municipal. ¿Parece que usted es quien logra esto?
Es verdad, con la salida de Kouri, las cosas cambiaron. Esta es una campaña nueva de 30 días. No tiene nada que ver con la que iniciamos. Hemos marcado una nueva cancha y el debate debe determinar qué ideas y qué equipos le garantizan a Lima el desarrollo del esfuerzo popular y del trabajo permanente de sus habitantes y qué ideas, trasnochadas, antiguas, significan un retroceso para Lima.
La polarización está entre Susana Villarán y usted. ¿Es trasnochada Susana Villarán?
Ella es buena gente, pero ha construido un proyecto muy improvisado. Patria Roja es un soporte fundamental de su lista municipal. Tanto que, en su página web, Patria Roja se jacta de jugar un rol protagónico en la construcción de este proyecto político. Publican también los acuerdos de la segunda sesión de su comité central –ocurrida hace 15 días– y consideran que la lucha de clases es un elemento para ser analizado en la actual circunstancia política. Afirman que la democracia es una camisa de fuerza para la transformación social y señalan que hay que debatir sobre cuáles son las relaciones entre la reforma y la revolución. Todo es muy anacrónico, y lo es más cuando uno contrasta estas ideas inservibles con la pujanza de la Lima actual.
Villarán dice no compartir esas ideas.
Ella tiene en su lista a ocho candidatos a regidores que son de Patria Roja, ¿cómo pensar que no forma parte del proyecto? O cree en esas ideas antiguas, impracticables que solo traen atraso, o la pregunta es: ¿por qué te unes a Patria Roja? No veo a un joven emprendedor de San Juan de Lurigancho o de Comas admirando a Stalin, como lo hace Patria Roja. Resulta asombroso que hoy en día haya un partido que pregone esto y que alguien como Susana Villarán se alíe con este. ¿Para qué hace una alianza si discrepa tanto con Patria Roja?
¿Patria Roja puede atenazar a Villarán si llega a la alcaldía?
En ese mismo documento hacen un análisis de lo ocurrido en el Gobierno Regional de Pasco, presidido por Félix Rivera, militante de Patria Roja. Ese documento revela el dogmatismo de este grupo, pues allí afirman que Rivera fracasó en su gestión porque, pese a que Patria Roja le había señalado que pusiera a “los camaradas en la administración, Rivera se ‘resistió’ [sic] a las órdenes del comité central”. La historia está cantada. Fuerza Social es un proyecto improvisado. Me parece fundamental que el Perú tenga una izquierda moderna. Pero no me digan que Patria Roja con Fuerza Social se asemeja al modelo de Bachelet o de Lula. No se puede tener de aliados a quienes defienden la lucha de clases. Más aun cuando la Lima de hoy es un ejemplo de dinamismo popular. Nosotros queremos progreso para todos. Eso se tiene que concretar en obras, en más escaleras, hospitales de la Solidaridad, el Metropolitano y el tren eléctrico.
Villarán sostiene que ella no tiene compromisos con nadie ni debe pagar favores.
Yo tengo un compromiso: servir a los limeños. No respondo a ningún interés económico. Demostraré que cada decisión que tome en los próximos cuatro años estará en función de los intereses de la ciudad y no de los múltiples intereses que fluyen en torno a la vida urbana y al desarrollo inmobiliario. No tengo compromiso con ningún grupo económico. Una decisión en materia de zonificación puede multiplicar por miles el precio de una propiedad y definir la marcha de una calle. Actuaremos de manera técnica. No me siento prisionera de las constructoras ni de nadie. Los próximos cuatro años de mi gestión en la Municipalidad de Lima pasan por el orden. En materia de seguridad ciudadana…
Luis Castañeda dijo que todos se sienten ministros del Interior.
El alcalde de Lima no puede hacerlo todo, pero debe cumplir una función de liderazgo muy importante. En eso marco distancia con esta administración.
¿Le incomoda criticar a Castañeda?
Con la misma objetividad con que respaldo sus obras buenas y digo sin mezquindad que las voy a continuar, pienso que su prioridad no ha sido la seguridad ciudadana. Con eso no lo ofendo. Él considera que no es una función que ejerce plenamente como alcalde y en su agenda ha priorizado más las obras. Pero la ley de seguridad ciudadana le ha dado un rol de liderazgo político…
¿Saldrá con silbato y vara…?
Nooo. Voy a articular con el Ministerio del Interior y las otras instancias. Queremos que desde el Consejo Regional de Seguridad Ciudadana se fijen políticas. No vamos a reemplazar a la policía en sus tareas. El primer plan operativo conjunto será la intercomunicación entre las instancias.
Esa central la maneja la policía.
No tengo problema con ello. Lo que no puede haber son radios que no se conecten entre sí.
La municipalidad sería una ‘ponedora’ de recursos…
Y en tanto ‘ponedora’ –usando su expresión– una articuladora de políticas. Ya que la municipalidad ‘pone’, trabajemos juntos. La otra articulación será con el Poder Judicial.
¿Incrementaría el número de serenos?
No, Lima tiene entre 6.000 y 7.000, debemos concentrar nuestros recursos en articular bien lo que tenemos. La policía sí debe incrementar su número. Me criticaron por plantear 10.000 policías más. Pero el ministro del Interior ha dicho que se incorporarán 7.000, o sea que por ahí vamos. Además coordinaremos con la seguridad privada y trabajaremos en la prevención.
¿Cómo manejará el presupuesto?
Soy bien realista en los números. Además de su gasto corriente, la Municipalidad de Lima dispone para inversión de 300 millones de dólares en los cuatro años. Hay un pequeño margen de endeudamiento, de 100 millones; en total son 400 millones. Para una ciudad como Lima no es mucho. La creatividad consiste en cómo multiplicamos esos 100 millones de endeudamiento; tenemos un equipo técnico de primera. Buscamos fomento de la inversión y proyectos ‘disparadores’ que tenemos preparados, como el del malecón Checa en San Juan de Lurigancho que inicia la recuperación del río Rímac. Esto estimulará la inversión privada inmediatamente.
Le han dicho continuista por su planteamiento de seguir impulsando los hospitales de la Solidaridad, las escaleras…
No tengo reparo en decir que continuaré con esas buenas obras, también el Metropolitano. Hemos planteado la construcción de 23 corredores viales más económicos que incluyen las nueve del Metropolitano. Además trabajaremos de la mano con el Gobierno Central para que asigne recursos para construir un metro. El costo es alto, pero Lima lo necesita. La línea 3, Javier Prado hasta el Callao, sería la primera.
Ningún alcalde asumió el problema de transporte para no perder popularidad. ¿Reducirá líneas de micros?
Primero reordenaremos el transporte, eso traerá una disminución de las rutas existentes. Vamos a crear un sistema de corredores, pero los transportistas se integrarán a este. Los transportistas son parte de la solución, ellos la pasan mal, conducen 16 horas diarias y vive en guerra con los otros micros. Les ofrecemos estabilidad y rentabilidad.
¿Qué les ofrece a los 200 mil taxistas de Lima?
Ellos, al igual que quienes conducen un micro o una combi, han encontrado en el transporte una forma honesta de mantener a su familia. Cuando tengamos un transporte público masivo, bueno e inclusivo, como en las grandes ciudades, el taxi será un servicio especializado que costará más. Los formalizaremos, con el chip de gas podría acceder a un seguro de salud y eventualmente crear un fondo de jubilación y de vivienda. Las medidas aisladas tienen efectos negativos.
¿Reorganizará el programa del Vaso de Leche?
Hay que darles a las mujeres organizadas su mérito e importancia. Afrontaron la crisis y eso merece respeto. Soy una mujer que cree en las organizaciones. Hemos conversado para secundar iniciativas que mejoren el funcionamiento de la organización. La entrega de DNI a los niños es algo bueno. Se requiere un énfasis en lo nutricional, pero la organización debe participar en las decisiones y trabajaremos juntas en focalizar mejor y nutrir más.
¿Como presidenta regional de Lima llamará al Sutep para el manejo de la educación?
Cuando se produzca la transferencia a la región, seguiremos con lo establecido en la ley de carrera magisterial. Las plazas y los ascensos estarán en función de los méritos de los maestros. El Sutep no acepta la meritocracia. Nosotros conversaremos con todos los maestros y destinaremos recursos para la capacitación magisterial.
¿El Sutep ha aportado a la educación peruana?
El ex ministro de Educación Nicolás Lynch, un hombre de izquierda, ha escrito un libro muy interesante: “El pensamiento arcaico de la educación peruana”. Demuestra cómo esa visión maoísta de la educación solo ha conducido a la inacción. El Sutep ha sido un elemento de retraso.
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