No es la primera vez que los políticos apelan a estos adjetivos en sus campañas. Allí está Alan García, quien en el 2006 bautizó a Flores Nano como “la candidata de los ricos”, o Alejandro Toledo, cuya esposa denostaba contra los “pituquitos de Miraflores”.
¿Pero, qué efectos podrían tener estos calificativos en el electorado? Le preguntamos al analista político Fernando Tuesta. “Es difícil saber si alguna frase o crítica puede colocar a un candidato en una situación de ganador o perdedor porque la gente no está necesariamente enterada de estos adjetivos subidos de tono”, comentó el también director del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
KOURI COPIA A GARCÍA
Tuesta comentó que Lourdes Flores ha logrado impactar con el tema de la decencia versus la corrupción y Kouri quiere posicionarse usando un calificativo “que Alan García empleó en su momento con éxito”.
“Las formas pueden llamar la atención, pero en todas partes se hacen campañas de esta naturaleza, eso no lo evita nadie”, dijo Tuesta.
¿Le funcionará a Kouri como a Alan García en el 2006? “Lo de García no fue por una palabra, pero sí por un conjunto de hechos que hicieron que estas afirmaciones tuvieran impacto. Una palabra no puede significar el triunfo de un candidato”, precisa Tuesta.
Sobre Flores Nano comentó que parece que está cumpliendo su palabra de ser “más aguerrida y peleadora” en esta campaña.
¿Ahora bien, habla bien de un candidato apelar a estos calificativos o debería concentrarse solo en propuestas? “Eso sería el deber ser, pero esto siempre choca con la realidad. Todos quisiéramos que los candidatos sean políticos que hagan solo propuestas, pero ninguna campaña es así. Se está compitiendo por el poder y en eso todo vale (...) es una guerra por los votos”, afirmó Tuesta.
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