Luis Castañeda encargó S/.521 millones a OIM para obras
Por lo menos 19 de las grandes obras que ha construido y sigue construyendo en la ciudad la Municipalidad Metropolitana de Lima han estado, y siguen estando, a cargo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). En total, esos proyectos le vienen costando a la capital más de 520 millones de soles, y la OIM, merced a un convenio que firmó en febrero de 2003 con el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, y que la convirtió en administradora de los dineros de dichos trabajos, ha recibido y continúa recibiendo una ganancia del 3,5% del valor de cada uno de ellos aunque, según fuentes de la Contraloría, la cifra llega a veces a 5%.
Es decir, los cálculos más conservadores indican que, desde esa fecha y hasta el día de hoy, la OIM ha reportado ingresos por no menos de 18 millones 255 mil 949 soles. Todo ello, por administrar las licitaciones de las 19 obras (ver recuadro), firmar los contratos y pagarle – con el dinero que le da el municipio – a los constructores.
Lo curioso es que la OIM es un organismo dedicado a “promover la migración ordenada y humana”, pero que se ha convertido, por obra y gracia del alcalde Luis Castañeda Lossio, en uno de los grandes gestores de la infraestructura de la ciudad capital.
Pero más curioso aún resulta el hecho de que las millonarias licitaciones y concursos a su cargo no están, de acuerdo con expertos consultados, sometidos a la fiscalización y el control de la Contraloría General de la República, ni menos del Consejo Superior de Adquisiciones y Contrataciones del Estado (Consucode).
Según un alto funcionario de la Contraloría, “se aprovechan de su condición de organismo internacional para no rendir cuenta de nada”.
Por cierto, fuentes consultadas por este diario consideran que el costo de las obras encargadas a la OIM habría sido mucho menor de S/.520 millones, de no haber sido por los sistemáticos incrementos – que en promedio serían cercanos al 100% – que experimentan todas las obras, sin excepción.
Por ejemplo, la Vía Expresa Grau tuvo un presupuesto inicial de S/.38 millones y terminó costando S/.140 millones, es decir, un incremento de 368%. También está el caso del intercambio vial Villa El Salvador, que se incrementó de S/.13,4 millones a S/.20,8 millones.
LA NATURALEZA DE LA OIM. La información que obra en la propia página web del organismo internacional, señala que en esta parte de América tienen presencia en el Perú, Ecuador, Bolivia y Venezuela. De estos, el único país donde se hace cargo de un sinnúmero de licitaciones y concursos, con costos de envergadura, es el Perú. Además de la Municipalidad de Lima, la segunda entidad que solicita sus servicios es Essalud.
Este diario quiso saber las razones por las que este organismo dedicado a procesos migratorios es uno de los favoritos de Luis Castañeda para ejecutar obras y administrar cientos de millones de soles de la ciudad. Pese al requerimiento efectuado desde hace una semana, Perú.21 no obtuvo respuesta alguna. Solo pudo conversar con el ingeniero Víctor Ramos, jefe de Proyectos de la OIM (ver recuadro arriba).
“NO SE PUEDE FISCALIZAR”. El presidente de la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso, José Maslucán Culqui, dijo que la Municipalidad Metropolitana de Lima “tiene la costumbre de ejecutar sus grandes obras escudándose en los organismos internacionales como la OIM, porque de esa manera elude ser fiscalizado y evita pasar por la Ley de Contrataciones. El alcalde aduce que con los organismos internacionales ganan en eficiencia y rapidez, pero, por favor, si todas las obras de Lima tienen demasiado retraso y encima terminan costando mucho más de la cuenta”.
El 20 de mayo pasado, Maslucán citó al alcalde de Lima a la comisión que preside para que, entre otros puntos, explique por qué sus obras emblemáticas están a cargo de organismos internacionales.
El burgomaestre aún no ha confirmado su asistencia. Por esa razón, el 27 de mayo último, el parlamentario nacionalista le reiteró la citación. Es lógico. Se trata de explicar el manejo de más de 520 millones de soles de todos los limeños.
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