Tratamiento para K K
Autor: Ricardo Vásquez Kunze
Qué gran lección de ética política la de esta señora que aspira a la Presidencia de la República. Digna sucesora de su padre, no hay nada que hacer. No es delito reunirse con Montesinos, claro que no. Total, su padre despachó con Montesinos 3,650 días, cama adentro incluida: ¡la del “Chino”!
¡Ohhh, sólo es una falta ética! ¡Qué poca cosa! Conspirar para destruir las honras de Andrade y Castañeda, el 'chancho’ y el 'mudito’, desfigurados por los sicarios de la prensa chicha, la misma que hoy, ya fuera de los barrotes de San Jorge, vuelve a ensalzar “la gran labor de Kouri en el Callao”, mientras cubre de coprolalia a sus opositores. Qué pecadito nomás el de “dinamitar a Toledo por dentro” mandándole al hermano Beto, el 'niño símbolo’ de la corrupción. Qué lindo planear una ley contra el Callao para que la promulgue el Congreso y después salir él, que la orquestó con Montesinos, como defensor, con Fujimori, de los intereses del puerto.
Total, ya dio las explicaciones. ¿Cuáles? ¡Mmm, bueno, me equivoqué, todo el mundo aprende de sus errores! Y también pidió disculpas: ¡Cuánto lo siento! Y a otra cosa mariposa que ha hecho mucha obra y por esas reuniones no lo podemos condenar. Claro, a papi tampoco.
Como vemos, los KK tienen un grave problema de percepción moral. Para los KK el camino moral es intrascendente si el resultado termina siendo bueno. Lo bueno es su capricho, claro. Sin embargo, la percepción moral que antes se creía producto de procesos mentales muy complejos –que los KK no tienen–, hoy se ha descubierto que es fruto de la electroquímica cerebral. Según el MIT, “varios estudios han demostrado que una región del cerebro denominada unión derecha temporoparietal (ubicada detrás del oído derecho) está muy activa cuando una persona piensa en las intenciones, pensamientos y creencias de otra persona y cuál será el resultado de un acto en particular”. Cuando esa zona está eléctricamente perturbada, entonces se producen razonamientos amorales como los de los KK.
Y esto es una buena noticia para ellos y otros como ellos. Su falta de escrúpulos es sólo una enfermedad y podría solucionarse. Unas microdescargas reactivarían, según el MIT, su conciencia moral. Sólo sería cuestión de reconocer su enfermedad: “Somos los KK y estamos podridos”. Ese sería el primer paso. Lo demás sería ir al MIT para que les pongan su aparatito. Y si les da roche, acá podrían decir que es un audífono. En buena hora y oído a la música, señor y señora KK.
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